La gente que vive en Singapur es amable, educada y servicia
Todas las personas (a experiencia propia, sin excepción) con las que me relacioné, ya sean vendedores, mozos, policías, civiles locales y extranjeros, nos respondieron y ayudaron con una sinceridad y respeto admirables, lo bueno también se contagia. La mejor experiencia que tuvimos con mi novio en Singapur, fue el host de Couchsurfing que nos tocó: un japonés fanático de la cultura argentina que nos hablaba de comidas, bebidas y tradiciones locales con más conocimiento que nosotros mismos. Él junto con su esposa, nativa de Singapur, hospedan viajeros de todo el mundo (mayormente argentinos, debido a este fanatismo extraordinario y divertido por mi país) ya que si no sienten “la casa muy vacía”. Ingresar a su departamento fue un viaje en sí mismo, está lleno de souvenirs de todo el mundo, así como la colección casi completa de guías lonely planet, han recorrido más de 100 países o territorios, y compartir dos noches en su casa más un día entero de tour en Singapur con ellos fue memorable. Nosotros estuvimos dos noches en su casa, y dos noches en un hotel en Chinatown, y fue una buena manera de abaratar costos.
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